"Que te mantengas joven para siempre", de la canción de Bob Dylan, una canción que logró capturar el deseo que parece ser el más importante de todos en los tiempos superficiales en que se está viviendo: mantenerse joven, detener los estragos del tiempo y nunca revelar nuestra edad original.
Un estudio de los alumnos e investigadores de la maestría en Cosmética y Belleza dice que durante años, las mentes más brillantes se han dedicado con ahínco a encontrar formas creativas de mantenernos jóvenes. El ingrediente mágico que ha acaparado la atención y se ha convertido en una especie de palabra de moda en el último año, de la que ha sido difícil escapar, es el colágeno: la proteína estructural que constituye el principal componente de las fibras blancas en tejidos conectivos como los tendones. El colágeno forma parte de los ligamentos, la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, los intestinos y el cartílago, y es responsable del aspecto juvenil y vital de la piel del rostro.
De hecho, la probabilidad de que hayas navegado por internet este año y no te hayas topado con al menos un anuncio de un producto que contenga colágeno es prácticamente nula.
El mercado actual de los cosméticos está en plena efervescencia y parece que el colágeno está por todas partes y en todas las formas posibles: se pueden encontrar suplementos de colágeno en el mercado que vienen en cápsulas para tragar o en polvo para mezclar con una bebida, incluyendo polvos veganos que no contienen ingredientes de origen animal.

Los suplementos de colágeno en forma de tabletas masticables también están inundando el mercado, incluyendo las gomitas, en sitios como Amazon e iHerb, encontrarás decenas de barritas energéticas ricas en colágeno, que prometen resultados milagrosos para la piel del rostro y una apariencia más joven y radiante que nunca.
Pero, como ocurre con cualquier tendencia en salud, la cantidad de información en línea solo confunde a los consumidores, quienes a menudo se preguntan qué funciona mejor y qué no, y en qué vale la pena invertir su dinero, que suele implicar sumas considerables, por eso, para quienes estén confundidos, los investigadores de la maestría en cosmética y Belleza han preparado esta guía, que se espera que les ayude a aclarar una tendencia que seguirá creciendo durante el próximo año.
¿Qué es el colágeno y por qué es beneficioso?
El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo de muchos animales, incluidos los humanos, constituye entre el 25 y el 35 por ciento de todas las proteínas del cuerpo, aproximadamente el 6 por ciento del peso corporal y el 70 por ciento del peso seco de la piel. Se han encontrado al menos 16 tipos diferentes de colágeno en el tejido conectivo, los tendones, los huesos, el cartílago y los ganglios linfáticos. El colágeno también es una parte fundamental de la estructura de nuestras uñas, cabello, huesos y tendones.
Entre sus diversas funciones, el colágeno también contribuye a nuestro aspecto general, proporcionando, junto con la elastina, una piel tersa, firme y joven. «Imagínese una red de fibras que, junto con otras proteínas, otorga a la piel estabilidad, elasticidad, flexibilidad e hidratación; en otras palabras, todo lo que caracteriza a una piel joven y vital», explica este estudio.
Nuestro cuerpo puede producir colágeno por sí mismo, pero alrededor de los 25 años, disminuye la velocidad a la que produce esta importante proteína, como resultado, la piel del rostro pierde elasticidad, aparecen arrugas prematuras, las uñas se debilitan y el cabello se vuelve más fino. Nuestro estilo de vida también afecta negativamente la producción de colágeno natural en nuestro cuerpo y puede ralentizarla: "Beber mucho alcohol, la exposición al sol —incluido el calentamiento global que ya muestra sus signos—, fumar, la contaminación atmosférica y los conservantes en los productos cosméticos, todo lo cual puede acelerar el proceso de envejecimiento de la piel y la disminución de la calidad y la cantidad de colágeno".
¿Cómo se recupera el colágeno que le falta al cuerpo?
"Aquí abarcamos todos los tratamientos que ofrece el mercado, permitiendo que cada persona elija el que prefiera, ya sea un tratamiento en casa o uno realizado por un dermatólogo egresado de la maestría en Dermatología estética o un egresado en la maestría en Cosmética y belleza."
Tratamiento en casa: cápsulas, polvos y lociones con colágeno.
Una de las mayores tendencias de los últimos años es la "nutricosmética", temática incluida en la maestría en Cosmética y belleza: toda una doctrina basada en la premisa de que el cuidado del cuerpo comienza desde el interior, y en lugar de conformarnos con aplicar cremas externas, debemos nutrirnos a través de la alimentación y tomando suplementos nutricionales como vitaminas, minerales, colágeno, ácido hialurónico y otros.
Los "nutricosméticos" existen desde hace varias décadas y son muy populares en países como Japón. En los últimos años, también se han extendido a Europa, Estados Unidos y América Latina, donde cada vez más empresas de suplementos dietéticos ofrecen cientos de tipos de cápsulas para ingerir o succionar, incluyendo suplementos de colágeno. Estos suplementos a veces se presentan solos y otras veces con la adición de ácido hialurónico, que actúa como componente estructural, retiene la hidratación en la piel, atrae la humedad y complementa la acción del colágeno.
Los suplementos de colágeno para consumo doméstico que se ofrecen en el mercado suelen venir en un kit mensual, con una dosis diaria que oscila entre 600 mg y 5.000 mg, dependiendo de la marca, advirtiendo que una dosis diaria inferior a 2.500 mg no es efectiva en absoluto.
¿Y existe una dieta alimenticia?:
Pero no todos se suman a la tendencia, muchos dermatólogos afirman que, para que el sistema digestivo absorba el colágeno, este debe descomponerse en moléculas más pequeñas. Esto significa que nuestro cuerpo trata estas moléculas como componentes básicos para diversas necesidades y que no hay diferencia entre consumir cápsulas de colágeno y comer cualquier otra proteína. «Se trata de una moda pasajera sin lógica ni fundamento científico», concluyen los detractores.
Según este estudio se ve con indulgencia la moda de las cápsulas: «No sé sabe aún si las pastillas ayudan o no, pero se supone que no harán daño», asegura. «No se tiene idea de cuánto demuestran realmente los estudios que ayudan a la piel, pero no le harán daño».